martes, 2 de mayo de 2017

Quiquiriquí

El día empieza con el gallo atado junto a la cabecera de la cama. Si no quieres que te despierte en cuanto salga el sol, que es a lo que está acostumbrado, debes domarlo mediante vasos de agua la noche anterior. Es recomendable hacer lo de los vasos justo antes de acostarse, porque luego ya será imposible restar un vaso. Mamá te saludará en ruso porque está estudiando ruso, papá sigue en su irrefrenable tarea de buscar tabaco y si es día uno te llamará para decirte que aún no lo ha encontrado. La hermana está o bien en el cuarto con el novio o bien en el cuarto del novio con el novio. La Novia te habrá enviado dibujos de corazones o magdalenas con dibujos de corazones gratinados o, si es vuestro aniversario, habrá alquilado una avioneta y tendrás un corazón en el cielo. Desayuna deprisa, que el día es largo, y déjate la mitad de la comida, que aunque nadie te lo ha encargado estás al cargo de alimentar al amante, que vive desnudo en el armario de la hermana. Si aún hay tiempo (no te fíes nunca de ningún reloj de la casa, siempre es mejor comprobar la hora en internet o en la plaza de Sol) puedes saludar a tus vecinos y cortarles el césped quedándote un poco por los servicios. Si es otoño te recomiendo que te hagas una corona de hojas y si es otoño pero no hay hojas te recomiendo que no salgas de la cama en todo el día y abraces al gallo como si fuese una muñeca hinchable y tú un señor hinchable. Coge el metro en la siguiente parada a la boca de metro más cercana, porque has visto muchas películas y leído un libro y sabes que es probable que te estén esperando ahí si por algún motivo alguien te está esperando para matarte. Si sospechas que alguien puede estar trazando un plan para matarte es recomendable que le llames, os toméis un té y solucionéis las cosas. Si a pesar de la Novia hay una gitana muyguapamuyguapa que te gusta mucho y vende clínex en una esquina, deberías tener una maceta en tu cuarto, junto al gallo, en la que plantes flores blancas o violetas y cada mañana le lleves una, y si algún día no quedan flores en la maceta deberías ir al cementerio, donde la gitana madre de la gitanilla vende flores, y comprarle algunas a los ojitos de tu alma. Como últimamente en el metro hay una persona pidiendo en cada vagón suelo recomendar llevar un instrumento o una pierna rota e ir pidiendo porque un pedigüeño nunca le pide a otro ni hay dos a la vez en el mismo vagón. A estas alturas la Novia te habrá llamado tres veces, si no sabes qué decir dile que la amas, que es tu vida, que te encantaría hacerle el amor y que no hay cobertura en el tun… Luego volverá a llamar y ya le puedes decir que el otro día viste una película de dragones y que te encanta ver edificios arder porque siempre te han parecido estremecedoras las películas de bomberos. Llegados a este punto si trabajas mucha suerte, si vas a clase no vayas a clase, ve a la biblioteca o sala de estudio o similar y ponte con la tarea pendiente, ponte con los resúmenes, los esquemas, los subrayados, los rayados, los aliñados, las especias, la cocción lenta sin dejar de remover, el servido en vajilla buena, las velitas, la Novia diciendo que qué haría sin ti, el cocinero despedido diciendo que qué hace sin ti, tú diciéndote que qué coño estás haciendo y la lectura del libro de Platón, porque da igual lo que estudies, has de leer a Platón y sus movidas, en especial esa de la cuadriga por los cielos. Lo gracioso será que para cuando hayas terminado ya habrán terminado las clases, volverás a tener tarea pendiente y como siempre se te olvida el marcapáginas, mañana tendrás que volver a empezar el libro (buena suerte). Una vez libre has de esquivar a tus amigos para que te echen de menos y les des la posibilidad de tener un calendario en el que tachar los días en los que no te ven. También ahora es bueno que busques a la Novia y os queráis un poco. Cuéntale lo productivo del día y si eres de los que tratan de conquistar a la gitanilla cuéntaselo con pelos y señales alcanzándole un clínex, si se pone a llorar, de los que le has comprado a la gitana esa misma mañana. Cuando vuelvas a casa mamá te saludará en alemán, porque se ha cansado del ruso, y tú le pondrás responder con un corte de mangas o regalándole la flor que has llevado todo el día en el ojal por no habérsela podido dar a la gitana porque ese mismo día ha dado la mala suerte de que la han deportado al país de los gitanos. Como estarás cansado puedes cenar o ir directamente a la habitación de la hermana (cerrando los ojos y diciendo perdón-perdón-perdón si está con el novio) y dar un beso de buenas noches en la frente del amante. Después, en tu cuarto, sería lo suyo que fumases lentamente un cigarrillo, acordándote de los ojos de papá y maldiciendo que todas las fotografías de la casa estén en blanco y negro. Después recuerda darle cuerda al gallo y a dormir.

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