domingo, 3 de octubre de 2021

Everdeile

 

Alexei confesó en una de sus últimas entrevistas que Everdeile, su canción más famosa, estaba seguida de una curiosa anécdota. Resulta que él ya era famoso y por ende bastante rico, fama y fortuna que vinieron Everdeile, cuando se terminó con el asunto de los viajes en el tiempo. Él tuvo ocasión de viajar justo en ese breve momento que hubo entre que el tema salió del exclusivo control de los estados y se le permitió viajar a civiles –civiles ricos, por supuesto–, pero antes de que se dictase el compendio de normas que los vendrían a regular y que no permitirían hacer al viajero prácticamente nada en su lugar de destino. Alexei viajó con un grupo pequeño de personas a modo de viaje organizado y lo hicieron a la misma ciudad en la que estaban y con un salto de cincuenta años atrás, buscando no ambicionarse en uno de los primeros viajes de personas que no vestían batas blancas o uniformes de camuflaje.

Llegaron a la ciudad y se sorprendieron enseguida con nimiedades que habían vivido y olvidado. Carteles, coches, noticias de los periódicos. Se encontraban en una arteria principal de la ciudad y no cabían en sí del gozo mientras los vecinos del lugar les ponían mala cara al tenerles por turistas borrachos. Alexei, sin embargo, reconoció algo y se alejó del grupo y de la avenida, perdiéndose por calles cada vez más estrechas que su mente había olvidado, pero sus piernas no. Al final dio con lo que buscaba y se sentó en un banco a contemplar la casa que fuera de su madre, y que en aquel momento todavía lo era. Vio a un niño jugando por allí y le pidió que se acercada. Cuando éste lo hizo, Alexei le preguntó si conocía Everdeile y el niño contestó que no, lo cual era lógico porque la canción aún no existía. Alexei le preguntó al niño de ojos llorosos si le gustaría escucharla y éste asintió. Alexei la cantó, al niño le gustó y el cantante se marchó de vuelta a la avenida y a su grupo. El niño siguió jugando.

Años más tarde el niño se encontraría estudiando para un examen cuando una melodía vendría a su cabeza. Curioso, dejaría a un lado los libros para centrarse en aquella música a la que seguiría una letra poco después. Así surgiría Everdeile, y el niño, Alexei, se volvería persona de mucha fama. Todavía años más tarde, Alexei contaría esta historia en una entrevista y originaría el pleito más famoso de la historia, en el que su discográfica se negaría a pagarle por la canción alegando que él no tenía la autoría sobre la misma, sino que ésta pertenecía al tiempo.

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