martes, 24 de junio de 2014

Puedes venir si lo deseas.

-Si vienes conmigo te contaré la historia que les prohibieron cantar a los ratones, te explicaré por qué los búhos tienes ojos de cristal y por qué la Madre Naturaleza ha cambiado la felicidad por un misterio.
-¿Y si en algún momento me dejas de prestar atención para atender otro asunto?
-Entonces te perderás, sin duda.
-¿Y qué ocurre si me pierdo?
-Que andarás sin rumbo con una angustia que te oprima el pecho.
-¡¿Para siempre?!
-No, hasta que te encontrase, que ocurriría si al tirar los dados saliese tu número, o hasta que te encontrases tú.
-¿Y eso cómo sería?
-No lo sé, yo aun ando perdido, dicen que cuando te encuentras la oscuridad que está frente a ti empieza a brillar, pero sigue siendo oscuridad, y brilla tan fuerte que te tienes que tapar los ojos y cuando tus ojos se atreven a mirar de nuevo, hay una puerta frente a ti.
-¿Y la cruzo?
-No, jamás, debes bordearla y hacer que no te importe pensar el qué hubiese pasado de haberla cruzado.
-¿Y qué ocurre si la cruzas? ¿Lo sabes?
-Sí, lo sé, me lo explicó un hombre que murió hace tiempo.
-¿Y me lo puedes contar?
-No, por si te topas con la prueba.
-No sé si me atrevo.
-Si vienes, de camino te contaré la historia de la reina bruja y de cómo, tras matar al soberbio, fue vencida por el niño que no dejaba de llorar.
-¿Y si no voy?

-Si no vienes siempre te atormentará el no conocer qué hubiese pasado, podrás ser feliz aquí, pero no serás más que eso, feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario