lunes, 3 de mayo de 2021

Autorretrato moderno

 Una mañana sin más el coronel tomó esta tierra que es mi cuerpo. Fue rápido, apenas dio tiempo a que hubiese resistencia. Había quienes lo veían como algo bueno y no se opusieron, y los que sí lo hicieron, lo hicieron tarde. El coronel había tomado los puntos esenciales de un cuerpo sentado y ya no iba a ser fácil echarle. Fue entonces cuando dejó de ser coronel y pasó a llamarse general.
 El que ahora era general bautizó a otros como coroneles y estos tomaron posiciones. Se necesitaba una buena imagen de la nación que es mi cuerpo, por ejemplo, así que se invirtió en ello. Se puso a trabajar a todo el pueblo buscando un ideal que no era más que la suma de elementos vistos en el extranjero que no pertenecían a esta cultura pero que había que adoptar, que había que obligar a la gente a que adoptase aunque se excediesen de su cultura, porque se quería que nos mirasen los del otro lado de la frontera y aceptasen a este nuevo país, a este nuevo régimen.
 Se iniciaron resistencias, por supuesto. El cuerpo se convirtió en sucesivos campos de batalla que lo dejaron inmovilizado, generalmente tumbado, en un largo letargo esperando a que alguno de los bandos se proclamara vencedor. Y lo hubo, claro, el general siempre vencía.
 Se produjeron persecuciones y matanzas en masa. El general pensaba que si solo quedaban los que pensaran como él el país podría avanzar, pero el país quedó parado. Nadie trabajaba, todos permanecían sentados, y no se producía nada. Las cosechas y los frutos de este cuerpo se pudrían sin que nadie los recolectase.
 El largo letargo se había instalado y en este contexto surgieron quienes, en un movimiento de protesta, tan solo se sentaron. En las casa y en los espacios públicos, calles, bancos y parques, en todas partes les podías ver sentados, con los ojos cerrados, esperando. ¿Esperando a qué? No se sabe, a que las cosas cambiaran o a que el tiempo dejara de pasar. Porque el tiempo era lo que corroía el país, porque contra el tiempo no se lucha, solo se actúa en consecuencia.
 Puede que os preguntéis que qué pasó con el resto del mundo, si otras naciones no vieron esto y decidieron intervenir buscando poner orden, y claro que sí, la ayuda internacional vino, pero el general no quería ser juzgado y enfrentó todo el poder que aún tenía contra el invasor.
 Más adelante la nación se fue recuperando, es posible que el general muriese o se exiliase. Las cosas empezaron a funcionar, pero claro, los oficiales del ejército son muchos y tienden a tener hijos, y todos ellos quieren el poder, así que nunca se sabe cuándo no podrás levantarte de la silla porque encontrarás frente a ti un rifle que te apunta de lleno a la cabeza.

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