Me gusta jugar con las moscas al ajedrez
porque cuando pierden no se quejan
y se van volando.
Una vez me desnudé en el metro
y la señora de enfrente,
al ver mi inmensa erección,
no pudo sino practicarme sexo oral
delante de los estupefactos viajeros.
Después me pidió ir a su casa
pero yo la rechacé
¿Cómo podía acostarme con alguien
que me la había chupado en el metro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario