domingo, 14 de junio de 2015

La revolución de los pies

Desatados los cordones, quitado el zapato y retirado el calcetín, apareció el pie, y yo le dije:
-Eres libre.
Y él dijo:
-¡Soy libre! ¡Al fin! ¡Ahora gobernaré con maldad, encerraré a todos los humanos y no dejaré que uno solo muera sin sufrir el tormento que he sufrido yo desde siempre! ¡Vivan los pies!
Y como realmente todo eso lo había dicho el dedo gordo, ahora los otros cuatro dedines se movieron enérgicos y corearon:
-¡Vivan los pies! ¡Libres!
Y dijo el dedo gordo:
-¡Liberad al otro pie!
Y cayeron los cordones, se derrumbó la zapatilla y se arrastró el calcetín, y allí se alzó un nuevo pie, y dijo el primero:
-Saludos, hermano, bienvenido a la revolución de los pies.
Y corearon los dedines:
-¡Vivan los pies! ¡Libres!
Y ambos pies se agitaron mientras reían a carcajadas, proclamando que el primer paso sería acabar con los pantalones, que osaban aun tapar el tobillo, zona que ellos consideraban pie. Pero entonces pasó algo, una fuerza indómita los elevó y los bajó de nuevo, introduciéndolos contra su voluntad en dos terribles cárceles con forma de zapatillas de estar por casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario