martes, 7 de junio de 2016

Instrucciones sobre recuerdos y canciones

No vale cualquier canción, ha de ser lo suficientemente larga, que se vea, que se sienta claramente que lo es. No entendamos larga de duración, eso da igual, aunque ahí también suele tener más de uno o dos minutos, aunque, en fin, también depende de lo que quiera cada uno. No se recomiendan ni muy breves ni tan largas que parezcan más bien varias canciones juntas. Pero estábamos hablando de lo otro, de que deben ser largas, largas ¿cómo explicarlo? Que puedan de darte al menos dos vueltas a la cintura y que sobre un poco. Ya se me va entendiendo, ¿a que sí?
Bien, como ya habréis podido comprobar, si estáis siguiendo los pasos a la vez que vais leyendo las instrucciones, estas canciones tienen un color nítido, en mi caso un blanquecino casi transparente. Cuando tengáis la canción lista colocadla con cuidado sobre la mesa de tal forma que no se hagan nudos y que vaya sonando despacio mientras pasamos al siguiente paso. Hay quien tiene los recuerdos ordenados en una caja y hay quienes los tienen tirados por el suelo, pegados en las paredes o semienterrados en el jardín, de cualquier forma hay que coger todos los que se puedan de la persona o grupo en cuestión, es preferible que sea solo una persona, porque en el caso de un grupo la canción puede no alcanzar para todos sus miembros.
Pensaba poner por ejemplo una antigua relación, pero tal vez, para que más personas se puedan sentir identificadas, pondremos una amistad que fue y ya no. Hay que coger dos tipos de recuerdos, los que son como fotografías, grandes, rectangulares y brillantes y los que son como hexágonos, más pequeños, que no dejan de cambiar de forma y no se dejan ver bien. Entonces se recoge la canción y se le ata un recuerdo, dejando un pequeño tramo libre y atando otro después: una conversación, un paseo, un enfado, incluso aquella vez que hubo una mirada muy intensa y los labios estuvieron cerca y ese recuerdo por poco contamina a los otros.
Cuando ya está lista la canción con los recuerdos atados como si fuese un cable con las luces de Navidad, entonces se puede estirar manualmente —puedes cantar, tararear o silbar la canción— o puedes atarla a cualquier dispositivo que funcione como un ventilador y entonces la veas girar, mientras suena y los recuerdos brillen y se reflejen en las paredes y en la pared del fondo veas a esa persona y sepas que la canción y ella, y su momento, estarán siempre unidas.

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