sábado, 8 de noviembre de 2014

la tierra del algún día

Que nadie se sorprenda cuando un día sietesiete venga a buscarme y nos fuguemos en su autocaravana de origen incierto. No pienso deciros dónde iré, principalmente porque no lo sabré, pero aun sabiéndolo no os lo diría. Seguramente dejaré una nota, en parte para que nadie se preocupe en exceso y en parte porque siempre me ha gustado cuando el protagonista de una historia deja una nota que suele leer su propia voz haciendo de narrador mientras se alternan planos de quien la ha encontrado y supuestamente lee y del protagonista alejándose por el camino que haya elegido para, muchas veces, empezar de cero. Y sí, en esta historia yo sería el protagonista y todos me darías un poquito igual, aunque sietesiete también tendría bastante importancia, tal vez la nombre cuasi-protagonista. Lo curioso es que tendré por plan lo inesperado, pero llegará un momento en el que, por ir a tanta velocidad, me chocaré contra lo desconocido y entonces sietesiete y yo, amargados por la convivencia extrema, nos enfadaremos y ella se volverá a casa quedándome yo en algún lugar de Francia, quien sabe si cerca de Toulouse o más al norte, y tendré que volver andando. Eso sí será costoso, pero cuando llegue, extenuado y asqueado con tantas cosas, habré descubierto algo, algo muy importante, el verdadero por qué de mi fuga y la respuesta a tantas preguntas, la llave que te abre la otra mitad de las puertas y te hace la vida más fácil, pero, oh, no os voy a decir qué es, haber venido desde Toulouse a Madrid andando.

1 comentario:

  1. Gracias por los buenos ratos que me haces pasar con tu lecturas.

    ResponderEliminar