domingo, 19 de octubre de 2014

lalala

Soy muy dado a dos cosas, a meterme en extraños problemas sin querer y a hacer las más raras promesas a futuro y después pretender cumplirlas. En veintisiete días tengo que conducir hasta la cueva que yo descubrí, o mejor dicho, tendría que llevar a alguien allí, pero no puedo, no sé conducir ni puedo aprender para entonces, e ir en otro medio de transporte lo veo difícil pues no creo que llegue ninguno hasta el Cañón del Río Lobos. Entonces, y he aquí mi dilema ¿Qué puedo hacer en vez de aquello que dije? No tengo ni idea, y como la Coalición  de Personajes Inventados son un apéndice de mí no me han podido dar muchas ideas frescas. "Pregúntale a esa persona" me podría decir alguien, y no sin razón, pero es que no puedo, no nos hablamos, no sé si es que esa persona no quiere, si yo no quiero, si ninguno queremos o si queremos los dos y somos un poco idiotas, es lo que pasa por haber caído en el mundo del simbolismo, todo lo que tiene un significado normal, para esa persona y para mí tiene por lo menos dos, y supongo que el no cumplir mi rara promesa de futuro me costará la vida o algo por el estilo, o incluso decir todo esto por aquí, y yo que pensaba describir lo que hubiese podido suceder dentro de veintisiete días y aplazar la otra parte, siempre y cuando la otra persona no hiciese algo, a dentro de diez años.

2 comentarios:

  1. Si te has hecho una promesa, has de cumplirla, si esa persona no te habla, siempre se puede hacer algo. Pero si en verdad quisieses ir a Ucero, Soria, y la única manera de llegar es en coche, darías con la manera de llegar. No tires la toalla, sigue luchando hasta que suene la campana.

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  2. Si no se ha dado con la A no hay que seguir con el resto de letras del abecedario.

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