jueves, 2 de octubre de 2014

"Todos los días más uno" dijo.

Antes de nada diré que había tantos grandes músicos a elegir  para cubrir este gran evento que al final no me decidí por ninguno, así no le echen la culpa de la ausencia de música al señor Petiminón, el técnico de sonido.

¡Entonces Miguel miró lo que había escrito ese año, cada entrada de cada mes! y dijo, oh sí, lo dijo: "Diantres, este último mes he escrito una entrada ¡Como puede ser! ¡Ejecutad al arlequín!" Y una vez el arlequín estaba muerto, Miguel se dio cuenta de que solo había una entrada porque era día uno y estaba a día uno ¡El día dos aun no existía! Y añoró Marzo, aquel mes en el que por algún motivo había escrito tanto (y el mes en el que Slvira perdió la virginidad, según fuentes cercanas al presidente) y dijo, tras mucho esfuerzo intelectual: "Si es día uno y he escrito una entrada significa que aun estoy a tiempo de volver a escribir algo cada día, y presumir con eso de "sí, ejem, yo escribo todos los días, y tengo un porsche" y sería fantastifabuloso... y la alegría le cerrará la puerta a Marta y podré recobrar el orgullo sobre este mi moribundo blog, y no solo eso, sino que al final del mes habrá una entrada por día ¡Más una! ¡Y que alguien me traiga otra arlequín!".
Y los dioses enmudecieron y los planetas se alinearon para luego descolocarse y quedarse en zigzag.

"Todos los días más uno" dijo, iluso.

1 comentario:

  1. ...Pues qué bien que nos sigas regalando con estos escritos.

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