sábado, 8 de febrero de 2014

joe...

¿Qué había sido? Nada en concreto. Solo verla en aquella foto, su cara, que sin decir nada especial, lo decía todo. Volví a sentir la tristeza, así, de golpe, fuerte, la sentí como una manta que te echas por encima pero por dentro de la piel. Se me fue la temperatura, no sentía ni frío ni calor. Era desagradable, algo trepaba por mi garganta y, si pensaba en ello, era peor. Quería que se fuese, o que apareciese de una vez alguien que con un espejo que no refleja, me hiciese olvidar. No era justo, las ideas tristes venían y bailaban como hojas al viento. No era justo, no lo era.

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