viernes, 2 de octubre de 2015

La colilla

Barriendo iba cuando se topó con una colilla. Ésta le sonrió y le dijo:
—Barrendero, es usted muy lindo.
Entonces el barrendero miró a un lado, al otro, cogió la colilla, la encendió y empezó a fumársela. Mientras ésta gritaba el barrendero comentó:
—Colilla tonta. Los barrenderos no son lindos y las colillas se fuman hasta que tosen los pulmones.

Y el barrendero siguió barriendo toda su vida, su escoba barrió de todo pero jamás se volvió a topar con ninguna colilla.

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