El psicólogo, para ver cómo se comportaba, le dio dibujos para colorear y un montón de colores. El niño cogió el primero dibujo y el color negro y, con este color, lo coloreó entero.
Los padres y el psicólogo vieron con pena como el niño los coloreaba todos con negro. Cuando la cera negra se le acabó, no pidió otra, solo apartó el dibujo a medias, cogió uno nuevo, una cera de otro color, y empezó a colorearlos todos de amarillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario