domingo, 16 de marzo de 2014

En el bus.

Pensando en eso de "te arrepientes verdaderamente de lo que no has hecho", de que yo era actor y de que no la volvería a ver en la vida, a ella y a las personas de aquél bus, me levanté de mi asiento, avancé dos y me senté al lado de aquella chica que me había llamado la atención. No sabía si había sido el cómo me había mirado, su ropa, chaqueta blanca, baqueros y una riñonera cruzada en diagonal en el pecho sobre una camiseta blanca, o el cómo se movía y parecía haber estado jugueteando con todo, primero esperando a un bus, luego yéndose a comprar una piruleta con la que casi más jugaba que disfrutaba y luego yendo a esperar a otro bus. Yo había acabado esperando el mismo, y después había acabado detrás suyo, y en ese momento estaba sentado a su lado, cuando me senté ella estaba sonriendo pero no sabía si por mí o por alguna otra cosa que había visto en el móvil, mirando por la ventana, pensando... Había sido un error no haberme sentado ahí de primeras, ahora parecía que quería ligar o algo así, que bueno, quizá si fuese así, pero no como puede dar a entender el cambiarse de sitio en un autobús en marcha para sentarse al lado de la chica en cuestión.
Vale, lo que pensaba, no se me ocurría como empezar una conversación y por su parte ni siquiera sabía a ciencia cierta si se había dado cuenta de que yo estaba ahí, yo pensaba que sí, pero saber no lo sabía.
Me gustaba dar la imagen de interesante y en esas circunstancias deducía que estaría mostrando una mezcla de patetismo y arrastre.
-Hola- Dije
-Hola- Contestó, dedicándome unos dos segundos de vistazo, y fin de la conversación.
Pasó el rato hasta que volví a intentarlo.
-¿Cómo te llamas?- Me miró quitándose el casco de música, ese que justamente no había visto porque lo tapaba su pelo, parecía que no me había oído y deseé que hubiese sido eso, sus ojos parecían pedir que repitiese.
-Que a dónde vas-
-He quedado.
Si esa chica hubiese sido fiel a la imagen que tenía de ella antes de sentarme a su lado hubiese seguido con la conversación, y eso que había varias maneras como "A casa de mi abuela que está enferma", "a nosedonde donde voy a hacer tal cosa ¡¿por qué no te vienes?!" o como mínimo un educado "¿y tú?"
Decidí cambiar de estrategia y, como en las películas la sinceridad heroica es siempre la mejor salida, ser sincero.
Le toqué, pero con cuidado, el hombro, se giró y, sonriendo, se quitó el casco, por lo menos sonreía.
-Verás, supongo que ya te habías dado cuenta de que me he cambiado para ponerme aquí, y aunque estoy seguro de que lo puedas pensar, no ha sido para algo así como estar más cerca de la salida, sino que quería estar a tu lado, y no pienses mal, no soy un acosador o es que me gustes, sino que antes te he visto y me has parecido interesante, y bueno, tras pensarlo pensé que era una pena no intentar por lo menos hablar contigo- Que se quedase mirándome me pareció una buena respuesta, pero lo estropeó.
-¿Qué?
-Pues... lo que te acabo de decir.
-¿Haces mucho esto de asaltar a chicas en el bus?
-Oye perdona, si te molesto me vuelvo a ir ¿eh? esto nunca lo había hecho, casi es más un cumplido que otra cosa- Por lo menos ahora podía ponerme en el papel del indignado, papel que me salía mejor.
Y curiosamente algo hablamos, yo muy contento porque no se hubiese convertido todo el camino en uno de silencio. Incluso me dijo a dónde iba, sin mucho detalle, claro, y cuando nos acercábamos a su parada, que quedaba antes que la mía, me empecé a preguntar si debería pedirle sus datos o algo. Me había decidido a pedirle su número o algo fingiendo una broma, pero una parada antes de la que me había dicho, me pasó por delante, dijo "chao" y se bajó.
¿Alguien esperaba que acabásemos juntos? A ver, lo normal de intentar hablar con desconocidos en el bus es que sean desconocidos para el resto de tu vida.

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