domingo, 2 de marzo de 2014

Entrada diaria.

En el juicio, Tomas Elmalo confesó todos sus crímenes, y no solo eso, también dio por fin la información de donde estaba la secuestrada señorita Eva, esta estaba atada una roca en mitad del océano. Raudos como personas raudas, Juan, Bechamel y Dordol corrieron a su busca. El primero iba en un barquito, el segundo en un extraño aparato volador, abuelo de los aviones, y el tercero en un submarino de latón. Convirtieron la búsqueda en una carrera, y encontrar a Eva pasó a ser otro objetivo y no el objetivo.
Cuando al fin la encontraron, lo hicieron a la vez, y decidieron desatarla y que ella eligiese con quien irse. Solo Juan había pensado por qué Tomas Elmalo la había llevado tan lejos, pero había pensado poco en ello. Al desatarla, Eva se lanzó al mar, ignorándoles, donde apareció una sirena que le cogió en brazos. Pobres hombres, que ella, era lesbiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario